Vodafone trabaja a marchas forzadas para que Ono acepte una oferta de venta inferior a los 7.000 millones de euros. La tarea no es fácil, especialmente porque la junta de accionistas del operador de cable deberá pronunciarse mañana sobre el rumbo de su estrategia de desinversión.
Según ha podido saber elEconomista de fuentes del mercado, Ono se mantiene expectante ante una mejora de la oferta de Vodafone, a través de un precio lo suficientemente atractivo como para abandonar los planes de salida a bolsa.
En ese posible escenario, la inestabilidad política y económica procedente del conflicto en Ucrania podría desalentar los planes bursátiles de Ono. "La situación en los mercados podría complicarse a medio plazo, lo que animaría a cancelar ese tipo de aventuras bursátiles", indican fuentes del mercado.
Como suele ocurrir en los procesos de compra de empresas, el principal escollo es el precio. Vodafone puso sobre la mesa 6.700 millones de euros el pasado viernes sin que ese importe lograra convencer a los fondos que controlan el capital de Ono. Ahora corresponde a la multinacional británica volver a pujar, con una oferta al alza, que presumiblemente se acercará a la barrera de los 7.000 millones de euros, pero posiblemente sin superarla.
Fuentes de Vodafone y Ono mantienen el silencio al que se han aferrado desde el inicio de las negociaciones. Al margen del lógico tira y afloja en cuanto al precio, las negociaciones entre ambos grupos han entrado en la recta final ante la inminencia de la junta de accionistas.
Fuentes conocedoras de la situación apuntan que Ono no cambiará fácilmente de opinión en el supuesto de que anuncie la continuidad de su proyecto de salida a bolsa. Por cuestiones de imagen y prestigio, si Ono adopta la determinación de estrenarse en el parqué, Vodafone lo tendría bastante complicado para forzar una posterior renuncia del cablero. Por todo lo anterior, Vodafone juega con el tiempo en contra para convencer a los accionistas que controlan Ono, especialmente el núcleo duro formado por CCMP Capital, Providence Equity Patners, Thomas H. Lee Partners y Quadrangle.
Estas firmas de capital riesgo entraron en el operador en el verano de 2005 con una inversión de 1.000 millones de euros, apuesta que ahora podrían recuperar con creces una vez descontada la deuda de 3.300 millones del operador de cable. Junto con los anteriores accionistas, el capital de Ono que también estará mañana representado en la Junta de Ono lo completan General Electric Structured Finance, Caisse de Dépot et Placement du Québeq, Multitel, Val Telecomunicaciones, OTPP Power Luxembourg, Grupo Santander, Sodinteleco, Northwesterm Insurance Mutual Life y Bregal Co-Invests.
La junta de Ono comenzará a primera hora de mañana, jueves, y las principales decisiones se harán públicas a lo largo de la tarde de esa misma jornada.